Seguridad
Vial
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Las defunciones por accidentes de
tráfico de vehículo de motor en México constituyen un grave problema de salud
pública que requiere atención inmediata. Se estima que en México mueren
20,000 personas al año. Además, alrededor de 700,000 personas son
hospitalizadas cada año, de las cuales entre 35 y 40 mil quedan con una
discapacidad severa.
Los accidentes de tránsito son la
segunda causa de orfandad en México, y más del 50% de sus muertos son
peatones que fundamentalmente se concentran en las zonas urbanas. Es la
primera causa de muerte entre los 15 y los 35 años, y los costos generados
por los siniestros del tránsito, representan alrededor del 1.5 del PIB.
La OPS/OMS brinda cooperación técnica
al país para el fortalecimiento de la Iniciativa Mexicana de Seguridad Vial
desarrollada con apoyo de la Fundación Internacional Bloomberg. En este año
2011 el Presidente de la República ha lanzado el Decenio de Acción para la
Seguridad Vial en México, acorde con lo Resolución de la Asamblea General de
las Naciones Unidas “Mejoramiento de la seguridad vial en el mundo” con el
objetivo de en 10 años se reduzca a la mitad el número de muertes y de
discapacidades por accidentes viales en el mundo.
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Pobreza y
Salud
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En los últimos años, el crecimiento
promedio de la economía mexicana ha sido insuficiente para abatir los rezagos
económicos y sociales a la velocidad deseada.
En el año 2005, aproximadamente 18%
de los mexicanos vivían en condiciones de pobreza alimentaria y 47% de la
población en situación de pobreza patrimonial. Hay alrededor de 3 millones de
habitantes que carecen del servicio de agua potable y más de 6 millones
carecen del servicio de drenaje; además, la mayoría de los núcleos urbanos no
brinda tratamiento alguno a las aguas residuales y dispone de los desechos a
cielo abierto; ocho de cada 10 ciudades con una población mayor de 50 mil
habitantes tienen una cobertura de pavimento inferior al 50% de su red vial.
Un problema de sostenibilidad en cuestión de agua que enfrenta México es el
ocasionado por la sobreexplotación de los acuíferos, dado que el 73% de las
fuentes de abastecimiento son subterráneas y el 50 por ciento de éstas son
acuíferos sobre-explotados, en el norte y centro del país se está
incrementando la contaminación por arsénico y flúor, que se encuentran de
forma natural en esas zonas.
Estas situaciones de pobreza y
rezago, exponen a la población a grandes riesgos a la salud (infecciones,
desnutrición, enfermedades crónicas).
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